Mont Blue
Mont Blue. Acrílico sobre tela (50x40cm). 2019 |
Esta pintura es el número 37. Le puse el título de Mont Blue, Montaña Azul, por el color que adquieren las montañas que se ven a lo lejos y son el centro de atención de todo el paisaje.
Para ser sincero, desconozco el lugar y también su ubicación. Comencé a interesarme por este paisaje de la siguiente manera: un día estaba buscando un paisaje que tuviera tonalidades azules, para ponerlo como fondo de pantalla de la computadora. El azul es un color frío como también sus derivados. Estos colores transmiten sensación de tranquilidad, de calma; pueden pensar por ejemplo en paisajes que tienen estos colores, el mar, el cielo, etc...razón por la que buscaba un paisaje con estas características y encontré este.
Desde el primer momento lo que más llamó mi atención es la combinación de los colores, azul, blanco, rojo y amarillo. Estos cuatro colores componen este paisaje. Tal vez, uno puede preguntarse: y dónde está el rojo y el amarillo? Pero, acaso no se ven más colores? Por ejemplo negro, celeste, gris, marrón, algo de verde oscuro también...
Inmediatamente, les diría que tienen toda la razón. Toda esa gama de colores se encuentra en este cuadro. Por ejemplo, el rojo como el amarillo no aparecen a simple vista, porque se esconden en el marrón; ellos cuando se funden con el azul dan lugar al nacimiento del marrón. Así también, el azul fundido con el marrón da lugar a lo que parece "negro", pero que en realidad es un azul muy oscuro, lo que comúnmente se suele llamar azul noche. Las manchas de verde oscuro que se notan en algunas partes son gracias al marrón que de alguna manera ha dejado huellas de amarillo y azul, y estos dos colores dan lugar al verde... y así se va gestando la combinación de los colores.
Otro punto interesante, en mi opinión, es la composición del paisaje: las montañas, el cielo y el agua hacen que el observador permanezca en una posición de cercanía-lejanía, inmensidad e infinitud. Tal vez sea así, porque el observador está ubicado en el agua, es decir, el observador no solo contempla el paisaje, sino que está dentro, de lo contrario no se comprendería la perspectiva del cuadro. Y es aquí donde la imaginación se activa... Uno podría estar nadando hacia Mont Blue, o estar en una pequeña barca, cruzando a lo lejos o dirigiéndose a la orilla más próxima a la montaña, o sentado en un puente de madera que sobresale al lago.... e infinitas posibilidades más. Yo les invito a imaginar...
Mont Blue fue a parar a Pamplona, en la casa de la familia Erburu. Espero poder viajar un día a las tierras navarras, para contemplar nuevamente a la Montaña Azul desde otra perspectiva....
Marcial
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